En la primavera de 2009 los grupos de la ASJ (Juventud
Anarcosindicalista Alemana) aparecieron de repente, a partir de una
chispa que surgió de la FAU-AIT. Esto
ocurrió en verano de 2007, durante un campamento anarquista, en el que
coincidieron muchos jóvenes de la FAU. La investigadora Helge
Döhring analiza en un libro el resurgimiento de la ASJ. Esta es la
entrevista a las agrupaciones de
Berlín, Bonn y Mainz.
Helgue Döhring: ¿Cómo os estructuráis, cómo os repartís las distintas tareas? ¿Tenéis delegados, tesoreros, archivistas, gente que toma el acta o especializada en otras funciones?
Helgue Döhring: ¿Cómo os estructuráis, cómo os repartís las distintas tareas? ¿Tenéis delegados, tesoreros, archivistas, gente que toma el acta o especializada en otras funciones?
Berlin: La ASJ-B (Berlin) tiene
alrededor de 20 miembros. La Asamblea General es el órgano para la toma
de decisiones. En su interior se encuentran las comisiones de trabajo y
los “mandados”, que se ocupan de determinadas actividades durante un
espacio de tiempo determinado. Para trabajar de forma conjunta con otros
grupos, enviamos a delegados. Las Asambleas Generales se preparan
mediante un orden del día, que es enviado por correo unos días antes. En
él hay una serie de puntos fijos, como son las comisiones de trabajo,
los “mandados”, y la FAU, entre otros. Las comisiones de trabajo se
forman para cubrir ciertos proyectos o acontecimientos, y se encargan de
todas las tareas que les correspondan, como publicaciones, organización
de eventos, y la interpretación de los contenidos que estos deben
tener. En cada Asamblea General, informan sobre el estado en que se
encuentra su trabajo. Las publicaciones por parte de las comisiones en
nombre de la ASJ-B tienen que ser aprobadas por la Asamblea. Si
contienen ideas, estructuras o decisiones que entran en contradicción
con la ASJ-B, la Asamblea las puede rechazar. Aún así, en su manera de
trabajo, las comisiones son completamente independientes.
Representantes, del tipo de los secretarios o los
portavoces, no tenemos. Pero sí que existen los “mandados”, de los que
he hablado antes, que en parte cumplen funciones similares. Por ejemplo,
hay un tesorero, elegido para seis meses, que se encarga de la gestión
de las finanzas (es decir, ingresos y gastos, cuotas de los afiliados,
etc.). También hay un encargado del archivo, que se ocupa de archivar
protocolos, panfletos, fotografías, vídeos…).
Por otro lado, existe otro “mandado” para la
comunicación exterior, que se encarga de tareas como responder vía
e-mail a las consultas procedentes del exterior y derivarlas hacia otros
compañeros, gestionar el blog, así como de la presencia secundaria en
internet (por ejemplo, Facebook y Youtube, que empleamos como medio de
propaganda para nuestras actividades).
Los tres encargados de la comunicación interna, por
su parte, gestionan la comunicación entre los afiliados, ocupándose,
por ejemplo, de dar de alta en el correo a nuevos miembros.
No contamos con una persona fija a la hora de tomar
el acta, a ésta se la elige nuevamente en cada encuentro. Aún así,
tenemos el “mandado” que se ocupa de la preparación del pleno, cuya
función consiste en enviar a los afiliados el orden del día y los
distintos protocolos con tres días de antelación y preparar las
votaciones de manera que estén disponibles las distintas propuestas
referidas a una cuestión.
Por lo demás, trabajamos con delegados que enviamos
de la ASJ-B a los distintos encuentros de plataformas o de campañas.
Allí, por una parte, representan el posicionamiento o la opinión de la
ASJ-B y deciden , en el marco de lo que ha deliberado la Asamblea
General, qué tareas puede asumir la ASJ-B dentro de la susodicha campaña
o plataforma. Por otro lado, llevan la información de vuelta a la
Asamblea. La figura del delegado garantiza que el trabajo conjunto sea
productivo y que exista un adecuado flujo de información, sin que tengan
que estar presentes todos los afiliados de la ASJ-B.
Bonn: Nosotros nos consideramos
una agrupación que funciona a través de la democracia de base, de manera
que no tenemos ni cargos ni cuadros, como representantes o tesoreros.
Sin embargo, nos dividimos el trabajo, así que por ejemplo una persona
interesada en lo técnico, tras hablarlo con el grupo, se encarga de
Internet. Otros compañeros se ocuparán de llevar las cuentas, pero sin
que se trate del clásico cargo de tesorero.
No tenemos tampoco a una persona fija que lleve el
acta: el tomar nota de lo que se dice en los plenos y la confección de
los protocolos son tareas que van rotando, así que todo el mundo lo hace
en un momento determinado.
Mainz: Intentamos que todos los
procesos se ajusten lo máximo posible a lo que es la democracia de base,
es decir, que todo el mundo tiene voz, aunque no está obligado a
emplearla si no quiere. Todo el mundo puede participar y expresarse sin
dudas y sin reparos. No desdeñamos a nadie. Por lo demás, normalmente
son determinadas personas las que asumen determinadas funciones. Uno se
encarga de todo lo relacionado con internet, otro lleva las cuestiones
económicas, otros son “grandes pensadores”. Cada uno trabaja como
quiere.
H.D: Las agrupaciones de la ASJ son
organizaciones independientes y autónomas. ¿Qué ventajas tiene el
organizarse de esta manera?
Berlin: Según la experiencia que
hemos tenido, la independencia permite con mayor facilidad interesar a
los jóvenes por las ideas y conceptos del anarcosindicalismo, y
acercarles nuestras dinámicas de trabajo. Como “Juventudes” de la FAU
nos resultaría más complicado mediar en los intereses y necesidades de
los jóvenes (como los problemas que se presentan en el sistema
educativo), ya que se verían dentro de la FAU. Esto podría echarles para
atrás, puesto que la estructura de la FAU es muy compleja. Muchos
jóvenes no sienten identificados con un sindicato, o bien porque aún
están en el sistema educativo o bien porque se encuentran en su primera
relación laboral. Además, nuestra cuota de afiliación es de dos euros.
La de la FAU sería probablemente demasiado alta para un adolescente.
Bonn: Las ventajas de la
organización independiente son múltiples, pero la que es más importante
para nosotros es que te hace encontrarte con personas afines, que tienen
los mismos o similares problemas. La autoorganización nos ofrece una
buena posibilidad de enfrentarnos de manera colectiva con el sistema de
dominio, y de convertir la frustración y la rabia en algo
productivo. Además, esta autogestión permite realizar un trabajo
político funcionando sin jerarquías, de manera creativa y solidaria, y
reflexionando de manera conjunta.
Mainz: Somos nuestros propios
señores, lo cual es estupendo. De esta manera podemos garantizar un
intercambio transparente. No necesitamos imponernos a nadie para
conseguir el dinero que requerimos para funcionar. Hacemos lo que
queremos, cuando queremos y donde queremos. La FAU nos ayuda a menudo –y
nosotros a ellos- , pero somos independientes. No tenemos compromisos
con nadie.
H.D: Mientras que los adultos pueden
pertenecer a la misma organización durante décadas, la permanencia en
las agrupaciones juveniles está limitada en el tiempo a unos pocos años.
Esto trae consigo el peligro de discontinuidad en la existencia y en
las posibilidades de acción de los grupos de la ASJ. Lo que conlleva
desventajas pero también posibilidades de aprendizaje conjunto y de
enriquecimiento de la personalidad en base a las experiencias personales
de éxitos y fracasos. ¿Cómo aseguráis en vuestra ciudad la pervivencia
en el tiempo de la ASJ?
Berlin: De momento no tenemos en
mente ningún concepto acerca de organizarnos federalmente en barrios,
escuelas o Universidad. Sin embargo, difundimos nuestras ideas mediante
actividades culturales, como lecturas o conferencias, y haciendo
talleres de autoorganización en la enseñanza. En breve también vamos a
sacar unos folletos sobre autogestión en la enseñanza. Esto,
indirectamente, funciona a modo de agitación. Así que, en parte de
manera indirecta e inconsciente, nos aseguramos la subsistencia.
Bonn: El año pasado la agrupación
de Bonn ha celebrado su segundo cumpleaños, y desde su fundación, ha
crecido de 5 a más de 20 miembros activos. No tenemos ninguna idea
concreta, pero, a través de acciones creativas y de apariciones en
público permanecemos presentes a nivel local y resultamos atractivos
para los interesados.
Mainz: Nosotros somos una
organización muy joven aún. Hasta ahora, no han dejado de llegar todo el
rato personas nuevas. La gente vuelve a demandar anarquismo. La gente
vuelve a demandar alternativas.
H.D: Los 20 miembros parecen suponer una
frontera a partir de la cual un grupo establecido deja de crecer, a
partir de la cual los que llegan y los que se marchan se cruzan en la
puerta. ¿Qué medidas pueden conseguir que, en una ciudad, haya más de 30
miembros que pertenezcan de manera estable a una misma organización
juvenil?
Berlín: no tenemos una estrategia
concreta. Sin embargo, los miembros más antiguos van transmitiendo
experiencia a los más nuevos o jóvenes. De esta manera, las tareas
importantes van pasando a los nuevos. Los miembros más antiguos entonces
se irían, para pasar por ejemplo a la FAU, o para fundar nuevas
organizaciones anarcosindicalistas.
Bonn: desde nuestro primer
encuentro abierto tenemos una media de 20 miembros. Desde el principio
hemos intentado construir la estructura de tal manera que cada uno se
sienta a gusto y pueda trabajar de la forma más autónoma posible.
Queremos que los grupos de trabajo tengan una amplia capacidad de
decisión, aunque las cuestiones importantes o polémicas se traten en la
Asamblea General (…)
H.D: En cuanto al crecimiento del grupo:
¿cómo tratáis con el clásico conflicto de ser, hacia el exterior, un
grupo abierto, pero, a la vez, evitar transmitir involuntariamente la
impresión elitista de ser un grupo de amigos, un “grupo de
conspiradores”.
Berlin: intentamos integrar a los
nuevos miembros en el grupo dándoles tareas o actividades fáciles. Así
la gente se conoce, y el nuevo conoce la forma de trabajar del grupo. Al
mismo tiempo, le contamos lo que hemos estado haciendo en la ASJ hasta
la fecha, e intentamos responder a las preguntas que le puedan surgir.
Tratamos además de asimilar e introducir las ideas que traiga el que es
nuevo en el grupo, cosa que también aumenta la integración. Esto suele
ser más sencillo, cuando se trata de gente que procede del círculo de
amigos de un miembro, pero aún así intentamos integrar a los nuevos que
son „desconocidos“ igual de bien y de rápido (...).
H.D: ¿Qué hacéis para extender las agrupaciones de la ASJ por el territorio?
Berlin: En invierno de 2010
hicimos un viaje a Hamburgo y a algunas zonas de Alemania Oriental. A
partir de ahí, y con motivo del contacto amistoso que tuvimos con la FAU
de Leipzig, se fundó la ASJ de Leipzig. También hemos colaborado, a
través de contactos personales, en la puesta en marcha de la ASJ de
Mainz. Aparte, después de que dos miembros de Berlin se fueran a
estudiar a Göttingen, se formó allí también un grupo.
Bonn: A nivel regional estamos en
una red que funciona bastante bien a través de la federación local de la
NRW, en la que también están representadas otras agrupaciones
anarquistas. Y, a nivel nacional, aún estamos construyendo la red y la
estructura. Intentamos estar presentes a través de estructuras
suprarregionales.
H.D: ¿Cuál es la relación entre la
motivación y agitación material y la idealista, en cuanto a la acción de
vuestro grupo? ¿Os veis como una organización para difundir ideas o más
bien intereses?
Berlin: La motivación ideológica
es diferente en las diferentes personas, pero en general es grande.
Principalmente nos vemos como una organización de difusión de ideas. La
gente no suele venir a nosotros por motivaciones materiales, como la
pobreza. Pero intentamos ocuparnos de los intereses de los miembros e
integrarlos en nuestro trabajo.
Mainz: Nos vemos como una
organización cultural y de lucha. De manera regular organizamos
proyecciones de películas, acciones de protesta, y tratamos de infundir
el sueño de una sociedad liberada.
H.D: Un problema organizativo central a
nivel histórico ha sido el solapamiento de las organizaciones juveniles y
de adultos en el plano de la lucha laboral. Como las organizaciones
juveniles quedaban en segundo término, se concentraron en el plano
educativo, con el fin de facilitar a los miembros la integración
posterior en las agrupaciones de adultos de la FAU. Tomando en cuenta el
movimiento actual de la ASJ, ¿esto sigue siendo así? ¿Dónde creéis que
están las diferencias fundamentales?
Berlin: Nos concentramos
primariamente en lo educativo. Sin embargo, a lo largo del último año
hemos prestado bastante solidaridad a lo laboral. Por un lado, a nivel
internacional, pero por el otro, también a nivel local, apoyando luchas
laborales como la del Cine Babylon de la FAU. También se ha creado hace
poco un grupo de trabajo encargado de los “minitrabajos“ de estudiantes.
Con éste, pretendemos llamar la atención sobre las condiciones de
trabajo precarias y la ambigua situación legal de los estudiantes que
trabajan. Las empresas a menudo se aprovechan de la ignorancia de los
jóvenes, ya que se les paga mal y se les pueden dar todo tipo de
órdenes, puesto que no saben defenderse. En este sentido, existe la
posibilidad del trabajo conjunto con la FAU en el plano laboral.
H.D: ¿Qué relación tenéis con las otras
organizaciones anarcosindicalistas, en concreto con la FAU? ¿Dónde están
las discrepancias y dónde las posibilidades de un trabajo en conjunto
que sea productivo?
Berlin: Cuando comenzó nuestra
agrupación, había escepticismo por parte de la FAU de Berlín. Temían una
concurrencia, y no entendían por qué queríamos organizarnos de manera
independiente, en lugar de formar una sección juvenil dentro de la
propia FAU. Sin embargo, el escepticismo fue desapareciendo cuando les
apoyamos durante el conflicto laboral del Cine Babylon y durante la
lucha judicial subsiguiente. Los grupos de trabajo de la FAU que
trabajaban este tema pidieron la presencia de un delegado de la ASJ,
para coordinar mejor la colaboración, que se ha ido intensificando con
el paso del tiempo. De esta manera, en 2010, por ejemplo, las acciones
para el 1 de mayo y para el Worker’s Memorial Day se organizaron de
manera coordinada por parte de la FAU y la ASJ. También sería posible
una colaboración en el ámbito de la educación (a pesar de que en la FAU
hay más estudiantes universitarios y en la ASJ más bien somos de
secundaria). Aún no ha habido un intercambio o una búsqueda de conceptos
comunes en este sentido. Sin embargo, es posible que nuestro grupo de
trabajo que se ocupa de los “minitrabajos“ pase a colaborar con una
iniciativa que está surgiendo en la FAU, para tratar el tema del trabajo
precario.
Mainz: Tenemos una relación muy
buena y amistosa con la FAU de Frankfurt. Nos ayudan mucho sin pedir
nada a cambio. A veces llevan a cabo acciones geniales, entonces
procuramos colaborar. También tenemos contacto con el Grupo Anarquista
de Mannheim, y es posible que entablemos relaciones en un futuro próximo
con la Red Anarquista del Sur.
H.D: ¿La existencia de la ASJ se ve influida en alguna medida por el movimiento anarcosindicalista en general?
Berlín: No hay una influencia específica del
movimiento anarcosindicalista en general sobre la ASJ. No somos
competencia para nadie, y tratamos de expandirnos por un terreno
organizativo nuevo, la juventud. Por supuesto que, en cierta medida, las
estructuras anarcosindicalistas que existían a nivel local, como la
FAU, han aportado una influencia positiva: nos dejaron utilizar su
local, formarnos a traves de sus actividades, y además obtenemos ayuda
de sus miembros a título personal, que nos ofrecen su experiencia.
Además la estructura organizativa de la FAU nos ha servido de idea para
nuestro propio modo de organización.
H.D: ¿Con qué otros grupos juveniles colaboráis con éxito?
Berlin: De manera puntual
colaboramos con grupos antifascistas que defiendan puntos de vista
anarquistas. Por ejemplo, trabajamos junto con estos grupos durante la
contra-campaña electoral en 2009 y contra la privatización y el cierre
de los clubes juveniles en Berlín.
H.D: ¿En qué medida tratáis de estructurar
vuestra práctica a través de teorías que hayan sido trabajadas y después
se puedan comunicar?
Berlin: Tenemos una biblioteca
accesible a todos los miembros de nuestro grupo. Además nos prestamos
libros, películas y música entre nosotros. Por lo demás, desde hace unos
meses venimos organizando ponencias de formación sobre temas como las
bolsas de trabajo organizadas por la FAU en los años 20, la historia de
diferentes movimientos sociales anarquistas como la Maknovchina, la
guerra civil española, etc.
* Helge Döhring pertenece al Instituto para la Investigación del Sindicalismo de Bremen.
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