Con fecha 3 de febrero de 2009 se constituyó la sección sindical de la CNT en la empresa pública “EMPREDINSER”, dependiente de la Fundación Cántabra para la Salud y el Bienestar Social, y esta, a su vez, de la Consejería de Empleo y Bienestar Social del Gobierno de Cantabria. Habrá, probablemente, compañeros o sindicatos que recuerden que esta federación local pidió solidaridad a la Organización en enero de 2010, para que se apoyara nuestra exigencia de reconocimiento de los derechos sindicales a la Delegada de la Sección Sindical de la CNT. En la misma petición de solidaridad ya advertíamos que la intención de “EMPREDINSER” era privatizar el servicio, adjudicándolo a varias empresas, cada una de las cuales se haría cargo de una zona de Cantabria. Igualmente, se habían realizado ya asambleas convocadas por CNT para informar a las trabajadoras de lo que se les venía encima.
Lo cierto es que nos encontramos actualmente en pleno proceso de privatización, que empezó en junio y finalizará este mismo mes de agosto. Antes del inicio del proceso -y tal como advirtió, también, la CNT- se había procedido a aplicar un Convenio Colectivo con condiciones peores de las existentes hasta entonces, sin que los sindicatos oficiales (miembros, lógicamente, del comité de empresa) se opusieran en ningún momento. Todo ello fue denunciado por CNT, haciéndolo llegar a todas las trabajadoras con las que se ha podido contactar. En este proceso de privatización lo que están intentando las empresas adjudicatarias -y consiguiendo, por desgracia, en muchos casos, utilizando para ello las más variadas artimañas- es que las trabajadoras acepten un nuevo contrato de reducción de jornada (y de sueldo, evidentemente), amenazándolas, si no lo aceptan, con el despido. Y ello a pesar de que una de las condiciones de la adjudicación es que las empresas se subroguen en las obligaciones laborales y de seguridad social contraídas por “EMPREDINSER” con las trabajadoras que lleven prestando sus servicios al menos tres meses en el momento de la adjudicación.
Nuestro sindicato ha hecho un llamamiento a las trabajadoras (el cual adjuntamos), y ya se han puesto en contacto con nosotros -y se han afiliado- varias de ellas, de algunas de las empresas adjudicatarias. Es posible que con dichas empresas tengamos conflicto en un próximo futuro. Evidentemente, iremos informando a la Organización de todo lo que ocurra, y es muy probable que tengamos que solicitar su solidaridad.
SOV de Torrelavega
A TODAS LAS ANTIGUAS TRABAJADORAS DE “EMPREDINSER”
Casi desde el inicio de la actividad de “EMPREDINSER, S.L.U.” sabíamos ya que la intención de dicha empresa pública (dependiente de la Fundación Cántabra para la Salud y el Bienestar Social) era la de privatizar el servicio de ayuda a domicilio derivado de la Ley de Dependencia de Cantabria.
Ha sido mucho tiempo de intranquilidad, de zozobra, de rumores y bulos, hasta que, finalmente, por Resolución del Gerente de la Fundación, de fecha 15 de junio del presente año, se produjo la adjudicación definitiva del concurso para la prestación del servicio de ayuda a domicilio. Mediante dicha Resolución, el territorio de Cantabria (que antes era atendido por “EMPREDINSER”) ha sido dividido en cinco zonas, cada una de las cuales ha sido adjudicada a una empresa privada, cuatro de ellas vascas.
Lo cierto es que, desde el mismo momento en que se ha producido la adjudicación, se ha intentado por parte de esas empresas que las trabajadoras acepten reducción de jornada o, en su defecto, despido por causas objetivas (en el mejor de los casos, despido improcedente). Pero hay que tener en cuenta que el PLIEGO DE CONDICIONES JURÍDICAS Y ECONÓMICAS PARA LA CONTRATACIÓN DEL SERVICO DE AYUDA A DOMICILIO, establece en su Condición 1, apartado 18 (“Obligaciones del Contratista”), que el adjudicatario debe subrogarse en la relación laboral de todo el personal que tenga al menos tres meses de antigüedad.
No obstante, las trabajadoras están siendo llamadas -unas veces en grupo y otras individualmente-, para que firmen condiciones muy negativas para ellas, como antes decíamos (reducción de jornada o aceptación de despido por causas objetivas). Consideramos que quienes han firmado lo que la empresa pretendía han cometido un grave error y han actuado en contra de sus propios intereses. Si te amenazan con el despido, que te despidan (contra ello hay defensa), pero no seas tú quién voluntariamente cause baja o acepte reducción de jornada (lo que conlleva reducción de salario, evidentemente).
En estos últimos meses ha habido un par de movilizaciones de CCOO y UGT para salvar la cara, pero, vergonzosamente, esas organizaciones empresariales (que muchos confunden con sindicatos obreros) no han hecho nada para evitar que se engañe y se coaccione a las trabajadoras para que firmen lo que las empresas desean. ¿Cómo puede decir sin ruborizarse Carmelo Renedo, de CCOO, que “cerca del 80% de la plantilla acabará aceptando la reducción voluntaria?. Nosotros estamos moralmente convencidos de que eso es lo que desean no sólo la empresa sino también él mismo y Rosario Figueiras, de la UGT. En caso contrario, habrían procurado que no firmara ninguna trabajadora, que es lo que ha aconsejado la CNT a nuestras afiliadas y a las trabajadoras que nos han pedido opinión.
No aceptamos el que se diga que ha habido mala gestión en “EMPREDINSER”, para utilizarlo en perjuicio de las trabajadoras, ni tampoco aceptamos el que las empresas adjudicatarias afirmen que “hay que llevar a cabo ajustes”. Una larga experiencia nos demuestra que cuando se privatiza una empresa pública es porque produce beneficios (si no, ninguna empresa optaría a la adjudicación del servicio), y parece evidente que los adjudicatarios pretenden lucrarse con esos beneficios y aumentarlos a base de reducciones de jornada y despidos. Esa misma experiencia nos hace saber que cuando una empresa pública se privatiza los resultados son: peor servicio, servicio más caro y peores condiciones de trabajo para los empleados.
La CNT aconseja a todas las trabajadoras afectadas que se nieguen a firmar esas nuevas condiciones que les perjudican y a aceptar despidos por razones objetivas. Las afiliadas a la CNT -y cuantas trabajadoras acudan a nuestro sindicato- tendrán el apoyo total de nuestra Organización, la única auténticamente sindical, la única que no admite subvenciones, la única que no tiene liberados ni cargos remunerados, la única que se mantiene exclusivamente con las cuotas de sus afiliados.
¡¡AFILIAOS A LA CNT!!
¡¡LA UNIÓN HACE LA FUERZA!!
Lo cierto es que nos encontramos actualmente en pleno proceso de privatización, que empezó en junio y finalizará este mismo mes de agosto. Antes del inicio del proceso -y tal como advirtió, también, la CNT- se había procedido a aplicar un Convenio Colectivo con condiciones peores de las existentes hasta entonces, sin que los sindicatos oficiales (miembros, lógicamente, del comité de empresa) se opusieran en ningún momento. Todo ello fue denunciado por CNT, haciéndolo llegar a todas las trabajadoras con las que se ha podido contactar. En este proceso de privatización lo que están intentando las empresas adjudicatarias -y consiguiendo, por desgracia, en muchos casos, utilizando para ello las más variadas artimañas- es que las trabajadoras acepten un nuevo contrato de reducción de jornada (y de sueldo, evidentemente), amenazándolas, si no lo aceptan, con el despido. Y ello a pesar de que una de las condiciones de la adjudicación es que las empresas se subroguen en las obligaciones laborales y de seguridad social contraídas por “EMPREDINSER” con las trabajadoras que lleven prestando sus servicios al menos tres meses en el momento de la adjudicación.
Nuestro sindicato ha hecho un llamamiento a las trabajadoras (el cual adjuntamos), y ya se han puesto en contacto con nosotros -y se han afiliado- varias de ellas, de algunas de las empresas adjudicatarias. Es posible que con dichas empresas tengamos conflicto en un próximo futuro. Evidentemente, iremos informando a la Organización de todo lo que ocurra, y es muy probable que tengamos que solicitar su solidaridad.
SOV de Torrelavega
A TODAS LAS ANTIGUAS TRABAJADORAS DE “EMPREDINSER”
Casi desde el inicio de la actividad de “EMPREDINSER, S.L.U.” sabíamos ya que la intención de dicha empresa pública (dependiente de la Fundación Cántabra para la Salud y el Bienestar Social) era la de privatizar el servicio de ayuda a domicilio derivado de la Ley de Dependencia de Cantabria.
Ha sido mucho tiempo de intranquilidad, de zozobra, de rumores y bulos, hasta que, finalmente, por Resolución del Gerente de la Fundación, de fecha 15 de junio del presente año, se produjo la adjudicación definitiva del concurso para la prestación del servicio de ayuda a domicilio. Mediante dicha Resolución, el territorio de Cantabria (que antes era atendido por “EMPREDINSER”) ha sido dividido en cinco zonas, cada una de las cuales ha sido adjudicada a una empresa privada, cuatro de ellas vascas.
Lo cierto es que, desde el mismo momento en que se ha producido la adjudicación, se ha intentado por parte de esas empresas que las trabajadoras acepten reducción de jornada o, en su defecto, despido por causas objetivas (en el mejor de los casos, despido improcedente). Pero hay que tener en cuenta que el PLIEGO DE CONDICIONES JURÍDICAS Y ECONÓMICAS PARA LA CONTRATACIÓN DEL SERVICO DE AYUDA A DOMICILIO, establece en su Condición 1, apartado 18 (“Obligaciones del Contratista”), que el adjudicatario debe subrogarse en la relación laboral de todo el personal que tenga al menos tres meses de antigüedad.
No obstante, las trabajadoras están siendo llamadas -unas veces en grupo y otras individualmente-, para que firmen condiciones muy negativas para ellas, como antes decíamos (reducción de jornada o aceptación de despido por causas objetivas). Consideramos que quienes han firmado lo que la empresa pretendía han cometido un grave error y han actuado en contra de sus propios intereses. Si te amenazan con el despido, que te despidan (contra ello hay defensa), pero no seas tú quién voluntariamente cause baja o acepte reducción de jornada (lo que conlleva reducción de salario, evidentemente).
En estos últimos meses ha habido un par de movilizaciones de CCOO y UGT para salvar la cara, pero, vergonzosamente, esas organizaciones empresariales (que muchos confunden con sindicatos obreros) no han hecho nada para evitar que se engañe y se coaccione a las trabajadoras para que firmen lo que las empresas desean. ¿Cómo puede decir sin ruborizarse Carmelo Renedo, de CCOO, que “cerca del 80% de la plantilla acabará aceptando la reducción voluntaria?. Nosotros estamos moralmente convencidos de que eso es lo que desean no sólo la empresa sino también él mismo y Rosario Figueiras, de la UGT. En caso contrario, habrían procurado que no firmara ninguna trabajadora, que es lo que ha aconsejado la CNT a nuestras afiliadas y a las trabajadoras que nos han pedido opinión.
No aceptamos el que se diga que ha habido mala gestión en “EMPREDINSER”, para utilizarlo en perjuicio de las trabajadoras, ni tampoco aceptamos el que las empresas adjudicatarias afirmen que “hay que llevar a cabo ajustes”. Una larga experiencia nos demuestra que cuando se privatiza una empresa pública es porque produce beneficios (si no, ninguna empresa optaría a la adjudicación del servicio), y parece evidente que los adjudicatarios pretenden lucrarse con esos beneficios y aumentarlos a base de reducciones de jornada y despidos. Esa misma experiencia nos hace saber que cuando una empresa pública se privatiza los resultados son: peor servicio, servicio más caro y peores condiciones de trabajo para los empleados.
La CNT aconseja a todas las trabajadoras afectadas que se nieguen a firmar esas nuevas condiciones que les perjudican y a aceptar despidos por razones objetivas. Las afiliadas a la CNT -y cuantas trabajadoras acudan a nuestro sindicato- tendrán el apoyo total de nuestra Organización, la única auténticamente sindical, la única que no admite subvenciones, la única que no tiene liberados ni cargos remunerados, la única que se mantiene exclusivamente con las cuotas de sus afiliados.
¡¡AFILIAOS A LA CNT!!
¡¡LA UNIÓN HACE LA FUERZA!!
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