El Juzgado considera nulo el despido del compañero Jorge, Delegado Sindical de CNT en el Hotel Marylanza, debiendo éste readmitirle y abonarle los salarios de tramitación.
Apenas 4 meses después del despido del Delegado de CNT, plazo relativamente corto dada la tardanza que es habitual en las cuestiones judiciales, el Juzgado de lo Social ha determinado que dicho despido es nulo, pues la empresa lo había realizado en "castigo" a la acción sindical del compañero, el cual no se había querido plegar a los dictámenes de la Dirección y a un Comité de Empresa sumiso.
Desde el momento del despido varias han sido las acciones encaminadas a reclamar la readmisión, teniendo especial repercusión los piquetes informativos realizados en la entrada del establecimiento hotelero, propiedad de un conocido constructor con vinculaciones políticas al PSOE, y que no siempre respondió con respeto hacia los manifestantes, sino que hizo, junto alguno de sus subordinados, intentos por provocar algún tipo de reacción violenta que motivara una intervención policial, jugada que siempre les salió mal, al igual que la de intentar comprar al Delegado con una indemnización máxima.
Ahora, con esta sentencia de nulidad, se abre un nuevo período de lucha pero ya dentro de la empresa y que, seguro dada la postura empresarial, dará pie a nuevas jornadas de lucha y acción directa para lograr que los derechos de los trabajadores y trabajadoras sean respetados en el Hotel Marylanza del sur de Tenerife.
Apenas 4 meses después del despido del Delegado de CNT, plazo relativamente corto dada la tardanza que es habitual en las cuestiones judiciales, el Juzgado de lo Social ha determinado que dicho despido es nulo, pues la empresa lo había realizado en "castigo" a la acción sindical del compañero, el cual no se había querido plegar a los dictámenes de la Dirección y a un Comité de Empresa sumiso.
Desde el momento del despido varias han sido las acciones encaminadas a reclamar la readmisión, teniendo especial repercusión los piquetes informativos realizados en la entrada del establecimiento hotelero, propiedad de un conocido constructor con vinculaciones políticas al PSOE, y que no siempre respondió con respeto hacia los manifestantes, sino que hizo, junto alguno de sus subordinados, intentos por provocar algún tipo de reacción violenta que motivara una intervención policial, jugada que siempre les salió mal, al igual que la de intentar comprar al Delegado con una indemnización máxima.
Ahora, con esta sentencia de nulidad, se abre un nuevo período de lucha pero ya dentro de la empresa y que, seguro dada la postura empresarial, dará pie a nuevas jornadas de lucha y acción directa para lograr que los derechos de los trabajadores y trabajadoras sean respetados en el Hotel Marylanza del sur de Tenerife.
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